Gracias a Dios, pasaron los años en los que había que soportar estas formas de llamar a los pasos. Si fuesen en una carroza de los reyes magos estaría bien, pero teniendo delante al hijo de Dios, creo que sobran esas pamplinas.
Tendremos que darle las gracias a Jesús Creagh por terminar con estos excesos, entre muchos otros.
1 comentario:
Grande el "¿qué te parece?" ojoplático que se escucha al final.
Grande.
Publicar un comentario