El Señor de San Lorenzo. Este viernes lo fue más que nunca. Se dio un paseo por su barrio, a saludar a los vecinos que siempre van a verlo, se salió del cuadro de tu casa, como dijo Antonio Burgos en su magnífico recuadro. Tuve la inmensa suerte de verlo frente a frente en la esquina de San Vicente con Santa Ana y se me paró delante. Se pararon los pulsos. Él y yo frente a frente. No había nadie más. Se le veía feliz y repartiendo saludos a sus paisanos. Hacía frío pero Él quería estar con su gente. No volverá a ocurrir, no paseará más por su barrio, por esas calles que lo intuyen, que saben quien es El que está en San Lorenzo. El Gran Poder de Dios hecho hombre. Has de saber que ese viernes de noviembre hicimos historia.
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El Señor de San Lorenzo. Este viernes lo fue más que nunca. Se dio un paseo por su barrio, a saludar a los vecinos que siempre van a verlo, se salió del cuadro de tu casa, como dijo Antonio Burgos en su magnífico recuadro. Tuve la inmensa suerte de verlo frente a frente en la esquina de San Vicente con Santa Ana y se me paró delante. Se pararon los pulsos. Él y yo frente a frente. No había nadie más. Se le veía feliz y repartiendo saludos a sus paisanos. Hacía frío pero Él quería estar con su gente. No volverá a ocurrir, no paseará más por su barrio, por esas calles que lo intuyen, que saben quien es El que está en San Lorenzo. El Gran Poder de Dios hecho hombre. Has de saber que ese viernes de noviembre hicimos historia.
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